La Red Natura 2000 es un conjunto de espacios naturales de alto valor ecológico establecido por la Unión Europea, a través de la Directiva de Hábitats de 1992. Tiene por objeto garantizar la supervivencia a largo plazo de las especies y hábitats europeos más valiosos y amenazados. A diferencia de otras figuras de protección, pretende compatibilizar la conservación de estos valores naturales con las actividades humanas que en ellos se desarrollan.

La Red Natura 2000 es una apuesta de futuro, un motor (y no un freno) para la economía sostenible y el desarrollo rural

Se compone de los Lugares de Interés Comunitario (LIC) y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), establecidas en virtud de la Directiva de Aves de 1979. Los LIC pasan a denominarse Zonas de Especial Conservación (ZEC) tras la aprobación de su correspondiente plan de gestión.

España es el país que más superficie aporta a la red, con 2.041 espacios protegidos, que suman un 30% del territorio. De ellos, 1.445 son LIC (más de 12 millones de ha, de las cuales un millón son marinas) y 596, ZEPA (más de 10 millones de ha; entre ellas 265.000 marinas). Un 80% de la población vive cerca de un espacio Red Natura 2000. Desde el año 2011, todos estos lugares deberían contar con un plan de gestión, conforme a la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. Estos planes son herramientas fundamentales para establecer las medidas a ejecutar y garantizar la conservación de los valores naturales, además de para conocer la financiación necesaria para su aplicación. Sin embargo, hasta el momento tan solo el 10% de los espacios de la Red Natura 2000 en España dispone de un plan de gestión específico. Ello hace que se pierda la oportunidad de conseguir financiación para conservar adecuadamente y para que las personas que viven en la red puedan seguir desarrollando sus actividades.

La Red Natura 2000 es una apuesta de futuro, un motor (y no un freno) para la economía sostenible y el desarrollo rural. Es la herramienta más adecuada para cumplir con la obligación legal, económica y moral de conservar la biodiversidad y el medio rural, el campo. Pero para poder sacar el máximo partido es necesario que la gente lo conozca, lo respete y sepa aprovechar todos los beneficios y oportunidades que ofrece. Para ello hay que desmontar todos los falsos mitos que circulan sobre la red. Aunar esfuerzos para que se aprueben cuanto antes los planes de gestión y defender los espacios de proyectos que perjudiquen sus valores.

Más información:

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