El pasado fin de semana se ha celebrado en Valencia el Seminario sobre el Caladero Mediterráneo, en el que pescadores y administraciones, con la presencia también de ONG ambientalistas y científicos, han debatido sobre la reglamentación de pesca en la región.

El objetivo último, simplificar el reglamento, a la vez que se adapta a la nueva Política Pesquera Comunitaria (PPC) y otros cambios en el panorama nacional e internacional.

El seminario ha sido interesante e intenso, y se han tocado temas muy diversos: reglamento técnico del Mediterráneo, adaptación a la nueva PPC (con énfasis a la obligación de limitar descartes), coordinación internacional en la cuenca mediterránea, pesca de atún rojo y pez espada, innovación, etc. El presente escrito no pretende entrar en detalle en estos temas, sino simplemente mostrar unas reflexiones generales acerca del seminario.

Las pesca en el Mediterráneo se caracteriza por su diversidad de capturas. Por ello, la reducción de descartes representa un problema complejo, que debe pasar por mejoras en la selectividad. ©PepArcos

En primer lugar, desde la Secretaría General de Pesca Marítima se ha transmitido un mensaje positivo, en el que se hace un llamamiento a la cooperación nacional (administraciones, sector pesquero, científicos y ONG ambientalistas) e internacional para lograr un buen estado de los recursos. El Director General de Pesca, Carlos Domínguez, identificaba tres pilares en los que debe basarse un buen modelo de gestión: ciencia, rendimiento y cumplimiento. Y hay reconocer los esfuerzos de la administración y del sector en los últimos años en esa dirección, especialmente en cuanto a cumplimiento de la normativa europea. Aún no podemos lanzar cohetes, pero vamos por buen camino. Y ahora que España está haciendo los deberes, es el momento de exigir a la UE que los haga cumplir también al resto de países.

El sector pesquero, por su parte, ha tenido que afrontar recortes importantes que se combinan con la situación generalizada de crisis (económica y de los recursos pesqueros). Ahora exigen a la administración que aligeren la presión sobre ellos y se muevan para conseguir más presión sobre los países vecinos. Desde luego el sector no se encuentra en una situación fácil, y es mal momento para pedirle más sacrificios. Nadie lo niega. Pero no hay que olvidar que su economía se basa en el buen estado de los recursos, una idea básica que a menudo se pierde. La apuesta por preservar el medio marino no debe estar reñida con el mantenimiento de la actividad. Es una pena que cualquier mención al medio ambiente, la sostenibilidad o el buen estado de los recursos se vea como una amenaza por parte de algunos. Por supuesto, la sostenibilidad ambiental puede conllevar pequeños sacrificios (no le ha quedado duda a nadie tras estos días), pero pocos parecen recordar los beneficios. También se queja el sector de que sólo se les presiona a ellos, cuando hay otros impactos sobre el medio marino que son mucho peores (desarrollo urbanístico, prospecciones petrolíferas y otras explotaciones industriales, etc.). Es una pena que parte del sector (por suerte cada vez menos!) demonice a las organizaciones conservacionistas, cuando éstas son sus principales aliadas en la lucha contra estos otros varios impactos que afectan al medio marino.

La apuesta por preservar el medio marino no debe estar reñida con el mantenimiento de la actividad pesquera. Todo lo contrario, deben ir de la mano

Durante el seminario, un tema especialmente peliagudo para el sector ha sido el de la Red Natura 2000. Lamentablemente los esfuerzos de comunicación por parte de la administración, las ONG y los científicos no están siendo suficientes, o ya nadie se cree nada. Pese a la ronda de talleres participativos con el sector pesquero, que dio a conocer las nuevas propuestas de Red Natura 2000 del Proyecto LIFE+ INDEMARES (que plantea ampliar la superficie de la red de menos del 1% actual a más del 8% del territorio marino español), se mantiene el mismo malentendido: Red Natura 2000 = prohibición de pesca.

¡Pero una vez más hay que insistir en que esa no es ni de lejos la filosofía!

El objetivo básico de la red es compatibilizar los usos humanos con la preservación de los valores por los que se declara un determinado espacio. Si se detecta un impacto severo sobre estos valores, por supuesto se regulará la actividad que lo causa, pero siempre buscando soluciones eficaces que minimicen el impacto socioeconómico. Por otro lado, se suelen olvidar los beneficios potenciales de la Red Natura 2000 para el sector pesquero: posible revalorización de los productos, desarrollo de actividades alternativas complementarias (como el ecoturismo), priorización en la concesión de ayudas, y mejora de los recursos. Además, la Red Natura 2000 puede ser una herramienta muy importante en la lucha contra impactos potencialmente severos sobre el medio marino, como las perforaciones petrolíferas; no será una garantía de exclusión, pero complicará sobremanera la aprobación de este tipo de actividades industriales.

La pesca en el Mediterráneo se caracteriza por una flota de bajura, cuyo principal valor es un producto de proximidad. Foto: barcas de pesca en aguas de Arenys de Mar (Barcelona). ©PepArcos

Afortunadamente una intervención desde el propio sector, la de Antoni Garau, secretario de la Federación de Cofradías de Pescadores de Baleares, ha puesto de manifiesto que hay experiencias positivas que demuestran que pesca y Red Natura 2000 son compatibles, y que la primera puede beneficiarse de la segunda.

En concreto Garau ha presentado el plan de gestión pesquera para un LIC autonómico en aguas del Canal de Menorca, fruto del trabajo coordinado entre la administración balear y el propio sector, y con apoyo de científicos y ONG

Más aún, en el caso de este espacio el principal valor son los fondos de posidonia y de rodolitos, ambos extensos en todo el LIC, por lo que el plan de gestión conlleva la reducción de esfuerzo y la priorización de las artes más selectivas. En otros espacios Red Natura 2000 las medidas que afecten al sector podrían ser bastante más laxas, especialmente si se proponen por hábitats de fondo más localizados (como los arrecifes de coral profundos), o bien por aves (ZEPA).

Me gustaría cerrar el escrito reiterando la necesidad de que vayamos todos a una, pues el objetivo de todos en el fondo es el mismo: una pesca sostenible. Unos pondrán el acento en la sostenibilidad económica, otros en la social, y otros en la ambiental, pero al fin y al cabo los tres conceptos deben ir de la mano si queremos seguir hacia delante. Confiamos en que los talleres previstos con el sector pesquero en el Life+ Activa Red Natura 2000 contribuyan a ello.

Pep Arcos es coordinador del Programa Marino de SEO/BirdLife.

Síguele en twitter: @PepArcos

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